Hay varias trampas ocultas que influyen sobre nosotros al momento de tomar decisiones, en una columna anterior conversamos sobre la trampa del ancla y hoy traigo a la mesa la llamada trampa del status-quo, es decir, la trampa que nos hace nuestra mente para mantener el estado actual de las cosas.
Esta trampa aparece como una preferencia irracional por la situación actual -por el status quo- y erróneamente nos hace creer que al no tomar una decisión de cambio no estamos asumiendo riesgos.
¿Por qué aparece esta trampa? ¿Cómo impacta en las empresas? ¿Cómo identificar la trampa? ¿Cómo disminuir su efecto?
Estas respuestas y mucho más en la columna de hoy.
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Muy buen consejo, personalmente tengo muchos amigos que por no arriesgar se quedan «DONDE» y » COMO» estan, aunque esten mal, sin atreverse al cambio. como decias, creo que lo importantes es evaluar todo antes de mandarse pero siempre con confianza y seguridad en nuestro «poder hacer».
julieta.
Cuanta verdad hay en este articulo, muchas gracias Rodrigo. Un fuerte abrazo de oso y Felicitaciones
es muy frecuente quedarnos tranquilos creyendo que así nada cambiará. Se nos olvida que la vida es vida porque justamente está en movimiento. El temor a lo desconocido y a lo nuevo nos puede paralizar. Sin embargo, como dices «no hacer nada es también hacer algo» por eso mejor mantenernos activos. Innovar y arriesgarnos. Me quedo con buenas reflexiones.