Esa fue la respuesta -tal vez no con esas palabras pero si con ese sentido- que recibió el cliente de un correo privado cuando se equivocó en el destino de un paquete y pidió que se lo reenvíe al destino correcto.
Conocemos el ADN de las empresas cuando se produce un inconveniente que las hace salir del camino habitual y deben tomar decisiones rápidas para resolver el problema.
En el caso de la columna de hoy la pregunta central es ¿Satisfacer al cliente o respetar los procedimientos?
Frente al error que cometió el cliente, la empresa de correo tuvo que enfrentar esta pregunta. Y no encontró una buena respuesta.
Te invito a escuchar la columna y dejarnos tus comentarios.
En tu iPad/iPhone, hacé click acá para escuchar la columna
Follow @RCastiglione
Que buen articulo, que comodo me siento escuchando esta nota.
Realmente hay que cambiar la conducta y priorizar la satisfaccion del cliente, sobre todo en las oficinas publicas y del GOBIERNO….
De parte de Uds, estoy ampliamente satisfecho, asi que seguiré escuchandolos. Un abrazo Luis.