¿Qué tienen en común el huevito Kinder, el Walkman de Sony y las barritas de cereales?
En los tres casos se crearon categorías diferentes de productos, que no existían con anterioridad.
En lugar de competir en un océano rojo lleno de competencia, crearon su propia categoría y navegaron solos por océanos azules.
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Muy interesante, como siempre.
Me preguntaba: ¿cuanto tiene de ficticia o real la nueva categoria?, o si tenemos que apuntar a hacerla real o basta con hacer algo medio ficticio, que dependa de la forma de comunicar. En el ejemplo del huevo Kinder, depende del punto de vista que se lo mire es algo nuevo, y mucho mas nuevo parece si lo veo desde la perspectiva de su eslogan. Osea, de un punto puede ser un chocolate para regalarle a un chico, osea cuando quiero regalarle un chocolate a un chico tengo varias alternativas, pongamos bananita dolca o kinder. Podría pensar que compiten o que son la misma categoría. Ahora…. el día que «pienso» o «leo el eslogan» y me convencen de que «quiero comprar una golosina mas un juguete a un niño», ahí esta solo Kinder en medio del océano. ¿ Ahí caigo en el posible error de pensar que basta con un simple eslogan?, como que bananita dolca mañana diga que es el único chocolate para niños que aporta una fruta como la banana al mismo tiempo que un chocolate….. y listo… ahora están en la categoría «frutas con chocolates para niños», me explico? la categoría es real? o… la marca «se la hace creer al consumidor» con la comunicación?. ¿¿¡¡ El oceano es el mercado o el oceano es la mente del consumidor !!??
Gracias.
Adrián muchas gracias por tu comentario!
La prueba es la siguiente:
tenés hijos? Intentá explicarle que es lo mismo una bananita dolca que un huevito kinder y después me contas.
Por supuesto que compite con las demás golosinas, pero es otra cosa. Como la cajita felíz.
La pregunta es excelente y muy relevante para este tema. Da para una charla y discusión, pero muy rápidamente quiero contestarte que «la batalla siempre es en la mente de los clientes» porque vivimos en un mundo simbólico.
La seguimos cuando quieras.
Saludos
Rodrigo
Rodrigo gracias a vos por la respuesta.
Me quedo con las comillas: “la batalla siempre es en la mente de los clientes” porque vivimos en un mundo simbólico.
Me encanta la respuesta y el debate, e impone un desafió mas amplio, porque no solo hace falta innovar o «crear la categoría» , hay que saber comunicarla o «hacerla creer».
Me viene muy bien, estoy desarrollando un producto que esta en el limite, y siempre caigo en la disyuntiva según de donde lo miro, si estoy en uno de esos días de «menstruación del emprendedor» veo competidores gigantes y aplastantes en mi mercado, mi categoría. Cuando me siento Steve Jobs por las mañanas me veo solo en el oceano. Ahora entiendo que si bien, en mi caso, estoy en un limite fino, puedo empujar hacia el otro lado con la comunicación. Aunque imagino que es mas facil cuanto mas innovador es el producto en si mismo, cuando la diferencia es mas tangible ( fisicamente ) …. cuanto menos tenemos que Mentirkinar
¿Las cervezas podrían ser un ejemplo de esto ultimo?, no hay una diferencia real o latente en las distintas cervezas, pero quieren «hacer creer» que tal cerveza es para las fiestas o gente joven, que tal otra es mas para disfrutarla y compartirla solo con un amigo, etc…
Saludos, espero volver a verte en otro seminario de marketing.
Adrian.