En la columna de hoy vemos con un ejemplo que los incentivos económicos no siempre sirven para modificar la conducta de las personas.
Según un enfoque económico tradicional, al colocar un incentivo económico podemos influir en las personas para que cambien su comportamiento, pero no se puede generalizar para todos los casos, sobre todo cuando hay reglas sociales por detrás que tienen más peso que las económicas.
De hecho, en la situación ilustrada en la columna, el efecto que produjeron fue el contrario al buscado.
Estos casos no se pueden explicar sin considerar otros poderosos factores que influyen sobre nuestro comportamiento, que van más allá de los incentivos económicos.
¿Qué aprendizajes podemos sacar de este caso?
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ME GUSTO MUCHO Y REALMENTE NO TIENE DESPERDICIO LES MANDO UN FRATERNAL ABRAZO DESDE LAS ,PAMPAS DE ARGENTINA Y GRACIASSSS-.